Escribiendo pensamientos

Necesito escribir. Lo bueno que tiene el escribir y más en un blog, es que es algo así cómo el ir a un psicólogo dónde echas todo lo que te está haciendo mal y llevas por dentro. Hablas y te desahogas y por lo tanto, limpias tu alma y después de qué ya has escrito todo lo que querías, tus problemas seguramente seguirán estando ahí pero al menos tu mente se ve más despejada y yo creo que eso es sano e importante. De hecho, creo que si los seres humanos vivimos en sociedad, es precisamente por eso, porque necesitamos comunicarnos los unos con los otros. Nadie puede aislarse del mundo por mucho que lo desee. Todos necesitamos de los demás en algún momento dado. Eso es inevitable.

Hace un rato me he levantado de una pequeña siesta. Nunca he sido persona de echarme la siesta, pero últimamente, es terminar de comer y entrarme sueño. Luego me levanto, me tomo mi dosis de cafeína en forma de café con leche y soy capaz de rendir medianamente bien hasta la hora de la cena.

Me he despertado, y la mente que va por libre, se ha puesto a cavilar y ella solita, sin mandarla yo nada, -y aunque la hubiese mandado seguramente no me hubiese hecho ni caso- se ha puesto a pensar en la actitud del ser humano. Estaba pensando en que la gente, es muy pero muy egoista. Todos van a lo suyo y si para lograr sus propósitos tienen que pasar por encima de tí pisándote la cabeza si se da el caso, lo hacen. Nadie hace nada por nadie por el simple hecho que saben que nadie lo va hacer por ellos. Es como la pescadilla que se come la cola. De hecho, cuando encuentras a un alma inocente y cándida que está dispuesto a ayudarte sin conseguir nada a cambio, y la gente lo sabe, todos sin excepción se aprovechan y saltan sobre esa persona como hienas. Eso es así, lamentablemente eso es así. Lo sé porque lo he vivido. Es más, de unos días atrás y no sé por qué, se me ha venido a la cabeza una persona que, a pesar de qué yo siempre me porté muy pero muy bien con ella, ella jamás lo hizo conmigo. Siempre que necesitaba algo, yo siempre se lo dejé y la ayudé cosa que no fue recíproca, es más, incluso ella habiéndome hecho más de una putada, cuando ella me pedía algo, yo siempre estaba dispuesta a ayudarla. Si, ahora lo sé, yo era tonta perdida y lo peor de todo es que ella lo sabía y se aprovechaba de ello. Hubiese sido mejor que a la primera que me hubiese hecho, yo la hubiese dicho que no y punto. Total, ya sabía que de requerir yo su ayuda, jamás haría lo más mínimo por ayudarme sino todo lo contrario. Estoy convencida que algún día, esa chica dará con la horma de su zapato y pagará los abusos y humillaciones que ella hizo a los demás. 

La pena de dar con gente que abusa del débil, es que llega un momento que el débil se rebela y termina pagando con otras personas que no se lo merecen, el daño que a esa persona la han hecho.

Yo no me considero una persona mala sino todo lo contrario, pero si es cierto que me canso de recibir palos y más palos. Tan sólo le pido a la vida tranquilidad, paz, serenidad y ver convertidos en realidad todos mis sueños y proyectos y que, todas esas personas que no daban ni un duro por mí, que no confiaban en mí y en mis capacidades, se queden asombrados de lo que he llegado a ser en la vida. Estoy convencida que algún día llegaré a lograr todo aquello por lo que siempre he luchado y soñado. No quiero pasar por esta vida sin pena ni gloria. Quiero que mi paso por aquí haya merecido la pena.