¿Quién no recuerda aquella vieja y mítica canción que llevaba por título: quién me ha robado el mes de Abril? Yo creo que sin lugar a dudas, mucha gente, independientemente de qué te guste Sabina o no, a mí admito que no me gusta pero no niego que las letras de sus canciones son la ostia, ha escuchado alguna vez esta canción y ha visto reflejada su situación personal o de otra persona en sus letras.

Indudablemente el tiempo pasa volando. Los días no se sienten y los años son un suspiro. Lo que resulta curioso, es el concepto del espacio tiempo que tenemos los seres a medida que van pasando los años. 

Cuando eres un niño, estás deseando que los años pasen rápido para hacerte mayor porque piensas que con eso, vas a obtener la libertad y los privilegios que de niños tus mayores te están privando y ,sin embargo, a medida que vas cumpliendo años, y vas adquiriendo responsabilidades privándote estas de la libertad y la tranquilidad que de niño tenías, te das cuenta que el tiempo pasa demasiado rápido y que no te da tiempo hacer todo lo que deberías o quisieras.

Por último, cuando llegas a la temida "tercera edad" y ves que el fin de tu existencia está cada vez más cerca, no quieres tiempo para hacer cosas, porque si no las has hecho ya a estas alturas de la vida, es que ya no las vas hacer, pero sí necesitas y requieres tiempo para disfrutar de las cosas ya hechas y de la vida en sí. Pero, sin embargo, a ciertas edades, aunque dispongas de tiempo para disfrutar de todo lo que en tu vida te has ganado con creces, quién más o que menos, siente como su salud se resiente y le falta la vitalidad que tenía cuando era joven y de lo que no disponía, según su perspectiva, era tiempo para disfrutar de la vida porque su vida, la tenía que dedicar a otros quehaceres.

Son paradojas de la vida, que por mucho que veamos cometer esos errores en otras personas, no podemos evitar caer nosotros mismos en esos mismos fallos y pecamos de dejar que la vida se nos vaya sin saber en la mayoría de los casos que significa la palabra vivir.

Intentamos que no nos roben el mes de Abril, ni ninguno de los meses, pero creo que más bien depende de nosotros que no nos los roben ni que no los perdamos por el camino de la vida.